Ícaro
Todos conocemos el mito: Ícaro, a pesar de las advertencias; voló muy cerca del sol con sus alas de cera y fue castigado por su ambición desmedida.
Yo relaciono el mito de Ícaro y Dédalo con la condición humana, específicamente: emoción, aspiración, y la felicidad.
Se le advirtió que no volará muy alto, cerca de El Sol, la meta de la admiración y deseo humanos, pues la cera de sus alas se derretiria con el calor.
Igualmente no podía volar muy bajo, aunque pareciera seguro. La espuma y suave brisa del mar ablandaria sus alas y caería patéticamente al oceano.
Al final, la curiosidad y el deseo de encontrar algo más allá del velo terrestre terminó siendo su desgracia final.
Ícaro tristemente pasó a la mitología como un ser infame, objeto de ridículo y caso de estudio, una advertencia... Injusto, si me permiten interceder, pues su único crimen fue buscar la plenitud que tranquilizaria su joven alma.